El gato persa himalayo es fruto del cruce entre el gato persa y el gato siamés, por lo que posee rasgos de ambas razas. A continuación conoceremos más sobre el origen, las características y la personalidad de estos gatos.
¿Cuál es su historia?
Lo primero a desmentir es que aunque su nombre pudiera indicar lo contrario, el gato persa himalayo no procede del Himalaya (ni siquiera de cerca). Tomó este nombre debido a su parecido físico con el conejo himalayo, pero en verdad esta variedad de gato persa es originaria de Suecia, aunque posteriormente se desarrolló en los Estados Unidos.
¿Es una variedad del persa o una raza por si sola?
Hay opiniones para todo. Algunas asociaciones felinas consideran al gato himalayo como una raza por si sola, otros una variedad del gato persa. En lo que si existe más consenso es en que es uno de los gatos favoritos de los amantes de los mininos.
¿Qué aspecto tiene?
El gato persa himalayo tiene un tamaño medio, aunque por lo abultado de su manto puede parecer más grande de lo que en realidad es. Su cuerpo es compacto y robusto, con extremidades gruesas. Podemos decir que en cuanto a complexión y morfología se parece más a un gato persa y en cuanto a colores a un siamés.
Su cabeza es un poco más grande que la del resto de los persas y está redondeada; en su cara, ligeramente aplanada, destacan dos enormes ojos de color azul turquesa.
En lo referente al color, todos comparten que el color se oscurece en la zona inferior de las patas, nariz y orejas. Puede ser de un montón de colores (negro, marrón, chocolate, azul, lila, rojizos y crema), y de muchas variedades dentro de cada tonalidad de colores.
¿Cómo es su carácter?
El persa himalayo tiene un carácter muy de gato persa, a diferencia de otras variedades como el chinchilla. Eso quiere decir que es un gato tranquilo y sosegado, que disfruta de sus momentos de descanso. Pero eso no quita que no tenga sus momentos de actividad, generalmente repentina, en los que empieza a jugar y a corretear sin parar.
Suele ser un gato bastante sociable y cariñoso, no tiende a tener problemas con los desconocidos como ocurre con otros gatos. Además, suele adaptarse bastante bien a los cambios, algo que no suele resultar muy común en los felinos.
También cabe destacar que es un minino al que le suele gustar acurrucarse en el regazo de su dueño.
¿Cómo es su salud?
Los gatos persa en general tienen predisposición genética a sufrir determinados tipos de enfermedades, en especial la ya conocida enfermedad poliquística renal, los problemas respiratorios derivados de la morfología de su cara y problemas digestivos debidos a la ingesta de bolas de pelo.
¿Cuánto suele vivir el gato persa himalayo?
El gato persa himalayo tiene una esperanza de vida algo superior a la del resto de gatos persas, pudiendo llegar a vivir 18 años.
¿Cómo cuidarlos?
Como todos los gatos de pelo largo, los gatos persas himalayos requieren de un cepillado frecuente para eliminar el pelo muerto, muy especialmente en época de muda. También es importante la limpieza de ojos y orejas, siempre con paños o toallitas húmedas muy suaves para no hacerle daño a nuestro minino.
El resto de cuidados, en definitiva, son los mismos que los recomendados para cualquier gato: una alimentación equilibrada y saludable, ejercicio físico para evitar el sedentarismo y la obesidad y bañarlos al menos una vez al mes, aunque sabemos que los mininos no suelen ser muy amigos del agua.
Como con el resto de razas de gato, también es importante que lo llevemos periódicamente al veterinario para pasar sus revisiones y que su cartilla de vacunación está al día.