El gato bengalí o de bengala llama la atención a simple vista por su manto atigrado, que lo convierten en un ejemplar único.
También se le llama “tigre doméstico” y no en referencia únicamente a su aspecto, ya que como veremos a continuación se trata de gatos híbridos, que proceden del gato salvaje. A continuación conoceremos más cosas sobre estos llamativos felinos.
¿Cuál es el origen del gato bengalí?
Es una raza de gato doméstico que se desarrolló en los años 60 en Estados Unidos con el objetivo de que se parecieran a los felinos salvajes, especialmente a los leopardos. Si bien, existe documentación que ya habla de cruces similares, incluso de finales del siglo XIX.
El gato de bengala nació del cruce entre un gato doméstico y un gato leopardo (un gato salvaje asiático).
¿Cuáles son las características más comunes del gato bengalí?
La primera característica que llama la atención es su aspecto salvaje, otorgado por las manchas (rosetas) que conforman su increíble manto atigrado, de color ocre, naranja y amarillo. Si no posee ese manto atigrado, no se trata de un gato bengalí.
Físicamente son musculosos y esbeltos, muy robustos. Su estructura ósea es pesada.
En cuanto a su cabeza, tiene forma redondeada y es ancha, con mandíbulas fuertes. Su nariz suele estar perfilada por una línea negra, que puede aparecer también alrededor de sus ojos y sus labios. Aun así, quizás lo que más llame la atención en su cara sean sus espectaculares ojos almendrados de un color amarillo tirando a verde.
¿Cuánto pesa un gato bengalí?
Al tratarse de un gato híbrido, el bengala es de gran tamaño. Especialmente en los machos, que puede llegar a pesar hasta 8 o 9 kg. Las hembras, en cambio, suelen pesar menos, entre 3 y 5 kg habitualmente.
¿Cómo es el carácter del gato de bengala?
Por su naturaleza y procedencia, los gatos de bengala son muy activos (incluso hiperactivos) y curiosos. Son muy juguetones y a veces también un poco traviesos. En este sentido, son gatos con un instinto felino marcado, por lo que es recomendable prestarles atención y no dejar que se aburran. Existen juguetes que te permiten interactuar con tu gato, como cañas para gatos, pero también es recomendable que el minino disponga de sus propios espacios, como un árbol rascador para gatos. Pero eso a veces no es suficiente para saciar sus ansias de movimiento, por lo que en la medida de lo posible es recomendable que les procuremos un espacio exterior en el que disponga de elementos sobre los que pueda saltar o escalar (si no disponemos de jardín o similar, puede ser un balcón, por supuesto siempre bien asegurado).
Otro aspecto a tener en cuenta es que al gato bengalí le encanta el agua, a diferencia de lo que pasa con la gran mayoría de las razas de gatos. Además saben nadar. Esto se debe a su herencia genética salvaje, ya que los gatos leopardo asiáticos se caracterizan por sus habilidades de pesca.
También destaca su maullido, más corto y seco que el del resto de gatos, más similar al de felinos más grandes. Tampoco es raro escucharle hacer sonidos raros.
Aunque tengan raíces salvajes, se trata de gatos amigables en la convivencia, por lo que son aptos para la vida en familia.
¿Cómo cuidar a un gato de bengala?
El gato bengalí no es un gato difícil de cuidar, bastará con que llevemos a cabo los cuidados básicos que se aplican a todos los gatos.
No es un gato que haya que cepillar con mucha frecuencia, debido a que son de pelo corto. Con un par de veces por semana debería bastar. Eso si, en época de muda deberemos incrementar la frecuencia de cepillado, para retirar el pelo muerto y evitar que se lo trague (lo que a la larga podría comportarle al gatito problemas en su tracto digestivo. Como consejo, debido a su pelo suave, espeso y delicado, es recomendable pasarle un paño por el manto para que no se apelmace.
Por lo demás, la clave está en que te asegures de que tu gato de bengala lleve a cabo una alimentación sana y equilibrada. Al ser tan activo, es posible que necesites alimentos con alto contenido en proteínas y nutrientes. Puedes consultarlo con el veterinario, donde deberías llevar periódicamente a tu minino para llevar un control de su salud (si no detectas ningún problema de salud, puedes llevarlo cada 6 o 12 meses). Límpiale con cuidado sus orejas y los bordes de los ojos de vez en cuando, con una toallita suave humedecida. Y por último, dos ingredientes importantes para que tu gato bengalí crezca feliz: cariño y atención.
¿Qué enfermedades puede tener el gato bengalí?
Es un gato con una salud robusta, sin demasiada predisposición a sufrir afecciones o enfermedades. Eso sí, esto estará determinado por el criadero que elijamos. Es importante que se trate de un criadero profesional.
Al ser un gato tan movido, si que puede llegar a sufrir lesiones como luxaciones. Más allá de esto, tienen cierta predisposición a la miocardiopatía hipertrófica, como la mayoría de gatos, pero en menor medida que otras razas. Hace algunos años también se descubrió cierta predisposición a una enfermedad de tipo genético que provoca problemas en la retina y puede llegar a causar ceguera.
¿Cuánto vive un gato bengalí?
El gato de bengala tiene una esperanza de vida que se sitúa, aproximadamente, entre los 9 y los 15 años.
¿Puede convivir el gato bengalí con otras mascotas?
Este gato tiene un temperamento sociable, por lo que no debería de haber problemas a la hora de que conviva con otros gatos u otras mascotas. Eso sí, debemos tener en cuenta que el gato de bengala posee un carácter territorial y dominante, por lo que si que podrían darse algún problema si se junta con otro minino de ese mismo carácter. En cambio, si conviven con otros gatos de personalidad más tranquila y sosegada, como los persas, no deberían surgir conflictos importantes.
Cría y compra de gato bengalí
Por sus características y al tratarse de una de las razas de gatos más admiradas, solo es posible obtener un gato bengalí a través de la compra. Ahora bien en caso de que te lo estés planteando, nuestra recomendación es que lo medites bien antes de proceder a ello, ya que es importante tomar este tipo de decisiones con responsabilidad.
Si estás interesado en comprar un gato bengalí deberás acudir a un criadero profesional, que te asegurará que el gatito sea seguro para la convivencia en familia y haya sido criado con un enfoque a la socialización. Por todo lo que hemos comentado no son baratos, te podría costar entre 1.000€ y 2.000€. Ahora bien, en ningún caso acudas a criadores no profesionales, ya que con toda probabilidad no le habrán procurado a los mininos las atenciones que necesitan a nivel veterinario y socializador.
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