La obesidad en los gatos es un tema serio. Tradicionalmente ha existido cierta creencia de que la gordura en los gatos es síntoma de felicidad o un tema incluso para hacer broma. “Mira qué gato más gordito, qué gracioso”. Nada más lejos de la realidad, ya que de la obesidad pueden derivarse importantes problemas de salud, como diabetes o enfermedades cardíacas. Además, diferentes estudios indican que los gatos obesos viven, de media, menos que los gatos sanos (entre 1 y 2 años).
Por tanto, es recomendable que controlemos periódicamente el peso de nuestro gato para que esté sano y feliz.
¿Cómo sé si mi gato tiene sobrepeso?
Hay diferentes cosas que puedes hacer para comprobar si tu gato tiene unos kilitos de más. Lo primero es observarlo. Échale un vistazo desde arriba. Si por la zona de las costillas se ensancha, es una primera señal de que puede no estar en su peso ideal. Ahora míralo de perfil. Si está en su peso, no debería colgarle nada de barriga.
Luego, tócale la zona de las costillas. Si tu gato está gordo, probablemente no podrás palparlas y notarás grasa. Pasa la mano también por su columna, ya que si tampoco la notas con claridad, seguramente tu gato tenga que empezar a hacer un poco de dieta.
¿Cuánto debe pesar mi gato?
El peso ideal de tu gato variará dependiendo de su raza y edad. Para gatos adultos, por lo general, su peso debería situarse entre 3,5 y 4,5 kg (un poco más si se trata de un gato persa).
Además, si vas a esterilizar a tu gato o lo has hecho hace poco, debes controlar más a menudo su peso, ya que tienden a engordar después de la esterilización.
¿Qué hago si mi gato está gordo?
- Lo primero que deberías hacer es acudir al veterinario para que lo evalúe y dicte unas pautas y una dieta para tu gato.
- No al sedentarismo: si tu gato no tiene acceso al exterior, es importante que pienses fórmulas para que se ejercite en casa. Prepárale una buena zona de juegos, para que haga ejercicio mientras se divierte. Otra cosa que puedes hacer, es repartirle su comida y juguetes por diferentes sitios de la casa, para que tenga que moverse más para llegar a ellos. Si tienes escaleras, puede ser buena idea que pongas comida a cada extremo, para que tenga que subir y bajar.
- Cuidado con los premios: debes tratar de reducir los snacks que le das como premio. Trata de sustituirlos por otra cosa, ¡seguro que encontrarás algo que le guste además de la comida! 😊
- Alimentación: por supuesto, debes controlar la alimentación de tu gato. El primer paso para hacerlo es establecer horarios de comidas. No permitas que tu gato tenga acceso a comida durante horas, ya no decir durante todo el día. Suminístrale 2 veces al día la comida y asegúrate de que sea siempre la misma cantidad y a la misma hora. Será la manera de que habitúes a tu minino a tener unos hábitos de alimentación saludables.
¿Qué comida es mejor para mi gato gordito? Lo ideal es que sigas los consejos de tu veterinario para darle a tu gato aquellos alimentos adecuados para su dieta. Pero podemos decirte que en general es recomendable que le des comida húmeda, ya que la hidratación es importante. Además, no olvidemos que el agua también llena, por lo que el felino se sentirá más saciado que si le das comida seca.
Nota: los cambios bruscos de peso pueden indicar que algo no va bien. Si ocurre eso, acude cuanto antes a tu veterinario.
¿Cuáles son los gatos más propensos a engordar?
Todos conocemos a gente que come como si lo fueran a prohibir pero no engorda. Y encima, algunos sin hacer ni si quiera deporte. Como las personas, hay algunos gatos con mayor predisposición genética a la hora de engordar o comer mucho. Hay varios motivos que determinan esta propensión:
- Edad: los gatos de entre 5 y 10 años y con poca actividad física.
- Esterilización: tal y como hemos comentado antes, los gatos esterilizados son más propensos a ganar peso.
- Raza: algunas razas cuya predisposición es mayor son Sphynx, Maine Coon, Cornish Rex, Bosque de Noruega y Neva Masquerade.
Lógicamente, todo aquél que tenga un estilo de vida sedentario será más propenso a engordar. También es importante controlar los niveles de ansiedad de tu gato para que no le afecten en su alimentación.
Prevenir la obesidad en los gatos
Estaremos de acuerdo en que la mejor manera de tratar la obesidad es previniéndola. Y esto se hace de dos maneras: con una correcta alimentación y mediante actividad física diaria.
Sobre la alimentación, antes hemos hablado de que no es buena idea que el gato tenga comida a su disposición durante todo o buena parte del día. Luego, es muy importante que su alimentación vaya en consonancia con los nutrientes que necesita. Por ejemplo, si tu gato no es muy amigo del ejercicio y le gusta pasar largas horas en reposo, debes moderar el contenido de calorías en su dieta. En cambio, si no para quieto, puedes darle comida con un porcentaje calórico mayor, ya que quemará esas calorías con el ejercicio. Especialmente si tu gato tiene acceso al exterior.
En cuanto al ejercicio, todos los gatos deberían realizar un mínimo de ejercicio cada día para estar sanos. Si el felino no tiene acceso al exterior, tendrás que adaptar un espacio en casa. Lógicamente, la actividad física la debemos adaptar a la edad y condiciones físicas de nuestro minino.
Esperamos que toda esta información te ayude a controlar mejor el peso de tu gato y así hacer que esté más sano y saludable. Si tu gato no tiene sobrepeso, te damos la enhorabuena, pero es importante que no bajes la guardia. Sigue alimentándolo bien, promueve que haga ejercicio y controla periódicamente su peso y las posibles acumulaciones de grasa, si aparecen.
Si tu gato está gordo, te animamos a que apliques las recomendaciones que te hemos ido explicando a lo largo de este artículo. No será fácil, ya que se trata de cambiar hábitos, y eso requiere de fuerza de voluntad tanto en tu gato como en ti.
Desde Rascadoresparagatos.eu queremos darte un último consejo para que cojas toda la fuerza necesaria: no sientas compasión. Puede parecer duro, pero es importante que lo hagas para evitar el sobrepeso. Aunque te ponga cara de gatito de Shrek.